Tras el parón vacacional que todos hemos vivido y una vez superados la mayor parte de mis exámenes, retomo el blog que abandoné a su suerte. ¡Vamos a ello!
Hoy toca hablar de Eger, ciudad que visitamos en Octubre, cuando aún lucía el sol y se podía ir por la calle con escasamente una chaquetilla.
Cogimos el tren en la estación de trenes de Keleti, bien temprano, para aprovechar el día. Unas 2 horas y pico de camino nos esperaban hasta llegar a nuestro destino: una ciudad famosa por su castillo y sus vinos, especialmente el así denominado "Bull's blood" (Sangre de toro), por su extraordinario color oscuro.
Nosotros, por si acaso, las lanzamos |
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La Hare Krishna adoctrinando |
Plaza central de la Ciudad. A la izquierda se encontraría la iglesia y detrás la estatua de István Dobó. |
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Interior de la iglesia |
István Dobó pidiendo sangre otomana |
Minorite Church |
Comenzaron entonces las pendientes acusadas, visto que nos acercábamos a las inmediaciones del castillo, con bodegas a derecha e izquierda. Un minarete de finales del siglo XVII se eregía entre las estrechas calles. Era visitable, pero la cola, el precio y que lo único que se podía hacer era subir a una altura de 15 metros, nos disuadió de toda tentativa.
Vista primaveral en Otoño del río :) |
Minarete otomano |
Llegada al castillo y disfrute durante 3 horas de sus instalaciones por un módico precio: cámaras e instrumentos de tortura, (desarrollados con tal inventiva para crujir, desgarrar y romper el cuerpo de los herejes y renegados que aún hoy día me sorprende), exposiciones de arte cortesano y elementos prehistóricos pertenecientes desde el Paleolítico al Neolítico, restos y recreaciones de batallas del ejército otomano, demostraciones sobre elaboración de muebles húngaros tradicionales, tiro con arco... ¡Nos entró un hambre! El castillo de Eger se construyó antes del s. XV y es conocido históricamente por repeler el ataque otomano en 1552 (¡sí, sí, cuando István Dobó!).
La Basílica de Eger |
Ya entrada la tarde, y con las horas contadas de sol, nos dirigimos a la Basílica de Eger, construida entre 1831 y 1836 bajo las órdenes del arquitecto József Hild. Muy impresionante y bonita. Las edificios religiosos en Hungría tienen un aire diferente a los españoles: dan una tremenda sensación de robustez, no se exhiben tanto los santos o representaciones de personajes bíblicos y, por lo general, suelen estar muy bien cuidadas y reformadas.
La pena del viaje fue no poder disfrutar del "Zépasszonyvölgy" (Valle de las Mujeres Hermosas). Área a escasos minutos de la ciudad famosa por sus bodegas de vino y que recibe dicho nombre porque quien entra allí y se toma un par de copichuelas, digamos que comienza a apreciar la belleza de todas las mujeres que lo rodean. Es 100% recomendado para todos aquellos amantes del vino o interesados en conocer la Hungría profunda y rural. Lo dicho, una pena no haber podido ir.
El final del viaje lo pasamos jugando a las cartas, cómo no, baraja española, exactamente al Presidente, juego oficial del Erasmus y reparador de derrotas en partidos de fútbol junto a una buena bolsa de cacahuetes.
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El Valle de las Mujeres Hermosas. Una pena no haber podido visitarlo. |
El final del viaje lo pasamos jugando a las cartas, cómo no, baraja española, exactamente al Presidente, juego oficial del Erasmus y reparador de derrotas en partidos de fútbol junto a una buena bolsa de cacahuetes.
Espero que os haya gustado. Köszönöm!
Juan
PD: Os dejo un vídeo de la Hare Krishna, por si alguien estuviera interesado jajajaja
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